La viticultura almanseña data probablemente del siglo XVI y desde entonces no se ha dejado de producir vino en esta región. Almansa está situada a unos 700 m de altitud en el rincón del este de la provincia de Albacete, entre las provincias de Valencia, Alicante y Murcia.
La denominación de origen, constituida en 1975, abarca ocho municipios repartidos en 7.600 Ha. de viñedo. Comprende los términos municipales de Almansa, Alpera, Bonete, Corral Rubio, Higueruela, Hoya Gonzalo, Pétrola y la pedanía de El Villar de Chinchilla, todos ellos en la provincia de Albacete.
Antiguamente los vinos elaborados en esta región vinícola eran muy demandados por los mercados europeos por su abundancia en grado y color, para ser mezclados con vinos de climas fríos con dificultades para fermentación. El destino de estos vinos había sido tradicionalmente su venta a granel.
En la actualidad, los bodegueros de esta zona utilizan las modernas tecnologías que les han conducido a la producción de vinos de calidad para su embotellado, conquistado a paladares de más de 25 países.
Las variedades principales de uva con las que se elaboran los vinos tintos de la Denominación de Origen Almansa son Garnacha Tintorera (con la pulpa coloreada, produce vinos de color fuerte y marcado paladar) y Monastrell (con sabor dulzón, ricos en grado y con cuerpo).
Se caracterizan por un aroma complejo (frutas maduras, humo, fuego) y una intensidad de color muy altos. Su excelente acidez y una controlada fermentación les hace muy aptos para para la obtención de vinos de alta calidad destinados a Crianza, Reserva y Gran Reserva.
Aunque sus vinos tintos son los más conocidos, también se elaboran jóvenes blancos y rosados jóvenes y afrutados y dulces. Los vinos blancos, elaborados con la variedad de Verdejo y Sauvignon Blanc, son ligeros, de color amarillo sostenido y moderadamente aromáticos.
Los vinos rosados coloreados del rosa-fresa al rosa anaranjado, son frescos, ligeros y en boca son alegres y afrutados.