CLIMATOLOGÍA Y Suelo
El lugar geográfico que ocupa nuestra Denominación de Origen Almansa en la denominada como “hoya de Almansa”, hace que tenga unas características ambientales muy peculiares.
Con una altura de entre 700 y 1.100 metros sobre el nivel del mar, la mayoría de los viñedos se encuentran en terrenos llanos y poco ondulados, aunque también se han incorporado, de forma reciente, nuevas viñas en laderas de montes y cerros.
Por su parte, la orografía también es bastante común, con pendientes en torno al 10% en toda la zona de producción.
Es la altitud lo que hace que el clima sea más seco y continental, un poco más suave que en el interior de la Mancha.
Son estas características climáticas la que impregnan a nuestra DO Almansa de una climatología que se encuentra a medio caballo entre el levante y el clima manchego.
En este sentido, encontramos veranos cálidos, superando ya muchas veces los 40ºC, y secos e inviernos fríos y largos que pueden llegar, en algunas zonas hasta los -10ª C.
Todo esto es lo que marca el carácter especial de los vinos de Denominación de Origen Almansa.
En lo que se refiere a las precipitaciones, éstas tienen su máximo en otoño y primavera, especialmente en los meses de septiembre a noviembre y de abril a mayo.
En este sentido la sequía estival de los meses de julio y agosto es vital para conseguir la tipicidad y la calidad de los vinos que hacen gala nuestra Denominación de Origen Almansa.
¿Cómo son los suelos de nuestra DO Almansa?
Los perfiles del suelo de la Denominación de Origen Almansa suelen ser, de forma genérica, suelos con una tipología caliza, con baja cantidad de materia orgánica, general mente de textura arenosa y con poco fondo. La granulometría y pedregosidad del suelo condicionan la disponibilidad de agua del mismo.
Tenemos tres tipos de suelos que tampoco difieren mucho entre sí, lo que ayuda a homogeneizar nuestra zona de producción propiciando que se puedan conseguir vinos de aroma e intensidad de color altos:
El clima también es característico en todo nuestro contexto y propicia, por tanto, el desarrollo y crecimiento similar de nuestros viñedos.
Tenemos un clima mediterráneo, continental y semiárido, donde la temperatura media anual está entre los 11 y 15º (con máximas de hasta 40 ºC y mínimas que pueden llegar a -10 ºC), con lluvias de entre 400-500 mm al año y un periodo de sequía de entre 4 y 5 meses. Por su parte, la orografía también es bastante común, con pendientes en torno al 10% en toda la zona de producción.
En lo que respecta al suelo de nuestra DO, éste sería mayormente calizo, pobre en materia orgánica y con poco fondo. Tenemos tres tipos de suelos que tampoco difieren mucho entre sí, lo que ayuda a homogeneizar nuestra zona de producción propiciando que se puedan conseguir vinos de aroma e intensidad de color altos:
- Inceptisoles, localizado en el extremo este de nuestra DO Almansa. Son suelos poco evolucionados, con erosión y en ocasiones poco productivos.
- Entisols, en la zona central del territorio de producción. Se caracterizan por ser suelos poco profundos y no tan evolucionados.
- Los Aridisoles, en la zona del oeste. Son más comunes en zonas áridas, con mayor concentración de sales solubles y baja disponibilidad hídrica