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Condiciones medioambientales de D.O. Almansa

En la porción este de la provincia castellanomanchega de Albacete se localiza la Denominación de Origen Almansa, en un altiplano situado entre las provincias de Valencia, Alicante y Murcia. Esta curiosa posición territorial hace que el clima en la zona tome características levantinas y manchegas, y las incorpore a la crianza de la uva. Podemos concluir, por lo tanto, que se trata de un clima mediterráneo-continental-semiárido, caracterizado por presentar veranos calurosos, con temperaturas que alcanzan hasta los 40ºC, e inviernos largos y fríos, con fuertes heladas y temperaturas que bajan hasta los -10ºC en los momentos más fríos. Las lluvias en la zona son escasas, favoreciendo así el carácter semiárido de la tierra.

Dominan los vientos del Noroeste, con una intensidad de carácter moderado. La época de predominio de rachas de viento es en otoño, invierno y primavera (hasta abril-mayo), llegando a alcanzar las rachas más fuertes, de hasta 100 km/h durante el otoño. Durante el verano, cobran protagonismo los vientos del Este, que suelen ser más secos y contribuyen al aumento de la evaporación y disminución de la humedad que se produce durante esta época del año.

Los suelos son calizos y escasos en materia orgánica, teniendo, además, una textura arenosa y con poco fondo. Estas características del suelo hacen que los vinos de la D.O. Almansa sean vinos con cuerpo, de crianza, alta graduación y secos.

Con el cambio climático acelerándose, el sector vinícola tiene la necesidad de adaptarse y buscar soluciones a los problemas venideros. Al tratarse de una forma de cultivo tradicional, adaptada a las condiciones mediterráneas, las altas temperaturas y la sequias, en el caso de D.O. Almansa, los riesgos que más preocupan a productores y agricultores son los pedriscos y las heladas tardías, así como, aunque en menor medida ya que la experiencia les ha hecho estar preparados para ello, la sequía y los golpes de calor.

Por lo tanto, se convierte en un reto el tener la capacidad de adoptar medidas al respecto que mitiguen o compensen esas modificaciones climáticas que ya se están viviendo, y que no parece que vayan a dejar de suceder. Y es que, se espera que en los próximos cien años se noten cambios significativos en la geografía vinícola de nuestro país. Debido a sus condiciones, las regiones costeras y del Noroeste, presentan una capacidad de adaptación al cambio mayor que otras, como la zona en la que se encuentra la D.O. Almansa.

Con todo esto, los retos de la Denominación de Origen Almansa se amplían para conseguir adaptar las cosechas a los cambio que están por venir conociendo esas condiciones medioambientales ya presentadas, y que tan característicos hacen los vinos de la región.

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